NECROLóGICA
Harry Fisher, miembro de la Brigada
Abraham Lincoln
GABRIEL JACKSON
EL PAÍS | Gente - 30-03-2003
Harry Fisher (1911-2003), ex
combatiente de muchas batallas como miembro de la Brigada
Abraham Lincoln en la Guerra Civil española, falleció en
Nueva York el pasado día 22 de marzo.
De adolescente había trabajado en
la marina mercante y en industrias textiles neoyorquinas. En
la Gran Depresión que siguió al hundimiento del mercado
bursátil en octubre de 1929, la experiencia como desempleado
y la observación del sufrimiento de otros despertaron en él
una fuerte conciencia política.
En 1930 se unió a la Liga de
Jóvenes Comunistas no como resultado de su estudio de Marx,
sino tras ver a un grupo de miembros de esta organización
volviendo a meter los muebles en las viviendas de familias
desempleadas que habían sido desalojadas por no poder pagar
el alquiler.
A comienzos de 1937 fue uno de los
miembros del Sindicato de Empleados de Grandes Almacenes que
habían decidido viajar a España para unirse a las Brigadas
Internacionales. Luchó en el frente del Jarama (abril-junio
de 1937), después en la batalla de Brunete (julio-agosto),
en Belchite (septiembre de 1937), en Teruel a comienzos de
1938, y en la batalla del Ebro (julio-octubre de 1938).
Milagrosamente no sufrió ninguna
herida, y en la década de 1990 cumplió el deseo que durante
largo tiempo había albergado de escribir sus experiencias.
Comrades, publicado por University of Nebraska Press en 1998
y traducido al castellano y al alemán, relata sus memorias
en términos muy humanos y nada dogmáticos.
Aunque era comunista, uno de sus
más íntimos camaradas fue un anarquista filosófico que se
negaba a dar órdenes, y persuadía a los hombres bajo su
mando de que asumiesen, con él, misiones peligrosas.
En Brunete, Fisher fue mensajero de
campo de Oliver Law, un veterano negro del ejército
estadounidense. Y cuando Law murió, Fisher fue uno de los
que lo enterraron bajo una señal de madera en la que se leía:
"Aquí yace Oliver Law, el primer negro estadounidense que ha
mandado a blancos estadounidenses en la batalla".
Fisher escribió también sobre la
desesperación de los voluntarios por la falta de artillería,
de cobertura aérea y de munición suficiente; sobre la
tentación de desertar y sobre varios casos de deserción
real, y sobre cómo los aldeanos de Albares, después de la
batalla de Brunete, pidieron a los comandantes de la brigada
que no castigasen a varios soldados que se habían
emborrachado y asustado a las mujeres locales.
En la II Guerra Mundial, Fisher
sirvió como ingeniero ametrallador en la Fuerza Aérea
estadounidense. Posteriormente, fue durante varias décadas
jefe de comunicaciones de la agencia Tass News en la ciudad
de Nueva York. El día de su muerte había participado en una
manifestación contra la guerra en Irak.